El HMS Victory, predecesor del buque de igual nombre con el que el almirante Nelson lideró a la escuadra inglesa en Trafalgar, utilizó en su construcción parte de la madera que se pudo salvar de otro HMS Victory anterior, que se quemó casi en su totalidad en 1721. El nuevo navío, construido por Joseph Allin con un coste de 38.239 libras esterlinas, más otras 12.652 adicionales para convertirlo en buque insignia, fue botado en 1737 y terminado en 1740. Se convirtió en buque insignia de la flota del Canal, y fue el último navío de primera inglés en ser armado con cañones de bronce.
Fue sorprendido por una violenta tormenta cuando volvía a Inglaterra comandado por el almirante Sir John Balchen, como buque insignia de la flota que relevó a Sir Charles Hardy y que había estado bloqueado en el estuario del Tajo por la flota francesa de Brest. El 4 de octubre de 1744 se separó del resto de la flota debido a la tempestad, cerca de las Islas del Canal, y nunca más se supo del magnífico y nuevo navío de tres puentes. Se creyó que pudo haber naufragado al chocar contra "Black Rock", en un grupo de rocas al noroeste de las islas. No se encontraron signos de los 1150 tripulantes que iban a bordo.... hasta mayo del 2008.
Los restos del navío fueron encontrados en esta fecha por Odyssey Marine Exploration, la empresa norteamericana de buscadores de tesoros. Rescataron dos de sus cien cañones de bronce de hasta 42 libras. Lo curioso es que el pecio se encontraba a 42 millas náuticas de donde se creía que había naufragado, a 100 metros de profundidad. Se puede ver un interesante reportaje del pecio hecho por la compañía estadounidense
aquí.
Fue quizá un final prematuro para un magnífico navío de línea, pero contribuyó a aumentar el romanticismo que hay en torno a tesoros y buques hundidos, testigos mudos de una época de exploración, sangre y madera.
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